Ubicada en Malbrigo, conocida como la Ciudad Jardín, a 289 kilómetros de la capital santafesina, la enorme estancia de Gabriel Batistuta alcanzó un alto protagonismo en los últimos días. Es que la imponente propiedad de 129.000 hectáreas es el lugar elegido por el ex jugador de la Selección Argentina para reunirse con toda su familia.
Para mantenerse cerca de la ciudad que lo vió nacer, Batistuta hizo construir su casona a 40 kilómetros de Reconquista, de donde es oriundo. La mansión cuenta con todas las comodidades y tal vez más que eso.
Campos de golf y cancha de voley
Además de futbolista, el Bati se volvió aficionado al voley y al golf. Su casa cuenta con canchas profesionales y espacios para jugar ambos deportes.
Es en los campos de golf de su estancia donde uno de los más queridos jugadores de la Selección se animó a competirle al español Pep Guardiola. “Al golf juega bien Pep, sí, juega bien, es terrible, siempre quiere ganar… ¡Pero conmigo no puede! –comentó hace unos años Batistuta– El hijo me ganó, Marius, nos pegó un baile... pero Pep no, no puede conmigo…”.
También cuenta con una cancha de voley de playa –con el correspondiente suelo de arena–, donde la familia suele reunirse y pasar tardes deportivas.
Un enorme asador profesional
Fiel al espíritu argentino, el Bati cuenta con un enorme asador en el que se enorgullece de preparar sus asados. El imponente instrumento tiene espacio para kilos y kilos de carne: ultra adecuado para las multitudinarias reuniones familiares que suele organizar el ex delantero.
“¡Soy mejor asador que goleador! ¡Desafío abierto, anímense!”, invitó el Bati a sus posibles competidores. La mansión cuenta con un espacio exterior designado específicamente para las carnes asadas: también hay un horno de barro.
Detalles de la mansión
En el escudo de su casa rural se pueden ver dos letras destacadas: LG. Estas letras significan “La Gloria”, en homenaje a la madre del exfutbolista. Además, el diseño incluye una flor de lis en reconocimiento a su trayectoria en Fiorentina, y un par de tacos de polo, otro de los deportes que disfruta Gabriel Batistuta en su tiempo libre.
Pero el deporte y las comidas no lo son todo: en las decenas de hectáreas, el Bati también tiene tiempo –y sobre todo espacio– para criar a sus perros y caballos.